miércoles, 31 de enero de 2007

Cine argentino en el Instituto Cervantes de Estambul


Desde el próximo viernes hasta el 23 de marzo teneis una cita con el cine argentino los viernes en el Instituto Cervantes . Se trata de una Actividad realizada con el apoyo de la Embajada de Argentina en Turquía.
2 de febrero: Iluminados por el fuego. Tristan Bauer, 103 min, 2005.
Un ex combatiente argentino de la Guerra de Malvinas intenta suicidarse. Su esposa convoca a Esteban, amigo y compañero en el campo de batalla, hoy convertido en periodista. El reencuentro dispara en Esteban el recuerdo de los días dramáticos en las islas, cuando él y sus compañeros eran cercados por el enemigo, el frío, el hambre y el miedo. Este drama argentino protagonizado por Gastón Pauls y dirigido por Tristán Bauer está basado en el libro homónimo de Edgardo Esteban, periodista que participó como soldado en el conflicto armado, y Gustavo Romero Borri, quienes adaptaron el material junto al director y al periodista Miguel Bonasso. Parte del rodaje del film -autorización mediante del gobierno británico- se realizó en las propias Islas Malvinas, territorio por el que se enfrentaron Argentina e Inglaterra entre abril y junio de 1982. Rodado con tecnología digital, este film hace un inteligente uso de la iluminación y los efectos especiales para construir sus convincentes escenas de guerra.

9 de febrero: El abrazo partido. Daniel Burman, 100 min, 2004. Tengo esta única imagen de mi padre. Es un video casero, pero se lo ve bastante bien. Esta junto al tío Eduardo y detrás del rabino. Me circuncidan con alegría y orgullo. El sonido no es muy bueno, pero mi llanto se escucha, mezclado con los vítores de los invitados. Al otro día Papá se fue a Israel, a luchar en una guerra. La guerra terminó enseguida, pero él no volvió. Algunas cartas llegan, y a veces llama. A mamá todo esto le parece normal y a mi hermano, Joseph, no lo merece ningún comentario. Yo no los entiendo. Uno no le anda cortando el pene a los hijos, y desaparece por treinta años, así como si nada. No es justo. Yo trabajo con mi Madre, en una galería comercial del barrio del Once. La galería es mi universo, un universo en extinción. Mamá tiene un negocio de lencería femenina. Trabajo con ella, imaginando los cuerpos desnudos de las mujeres que vienen a comprar prendas diminutas. Mi hermano Joseph trabaja en un local del fondo, vendiendo y comprando cosas. Enfrente esta el negocio de Osvaldo, que esta en venta, y mas allá los coreanos y el de la familia Salgan, que arregla radios, y se gritan en italiano. Por suerte también esta el local de Rita, que es como una novia o algo así. Los negocios cambian de rubro, mis amigos se convierten en otras personas, algunos se casan, otros se transforman y la mayoría busca la salvación de un pasaporte europeo. Aarón ya es francés, Pedro español y yo pronto seré un hombre polaco.

23 de febrero: No sos vos, soy yo. Juan Taratuto, 100 min, 2004. Comedia que cuenta la historia de Javier cirujano y disc-jockey en su tiempo libre, y María, su novia con quien se casa para poder obtener la green-card y mudarse a Estados Unidos. Ella viaja primero para hacer contactos, pero la distancia hace que Javier se encuentre con Julia a la que invita a salir.

2 de marzo: Whisky, Romeo, Zulu. Enrique Piñeyro, 105 min, 2005. El film narra la historia previa al accidente del Boeing 737 de LAPA que el 31 de agosto de 1999 se incendió luego de impactar contra un terraplén en pleno centro de Buenos Aires, provocando la muerte de 67 personas.

9 de marzo: Geminis. Albertina Carri, 85 min, 2005. Meme y Jeremías se aman más allá de su vínculo sanguíneo. El amor se convierte en pecado a pesar de sí mismo y la intimidad de la joven pareja se ve empañada por los lazos familiares. Sin embargo, el vínculo amoroso se sostiene con fuerza y esta relación afecta la integridad de todos.
16 de marzo: El fondo del mar. Damian Szifron, 92 min, 2003. Una historia de infidelidades, suspense y humor negro. Qué ocurre cuando debajo de la cama de la mujer de tu vida aparece el zapato de otro hombre?

23 de marzo: Familia rodante. Pablo Trapero, 103 min, 2004. Familia rodante", el tercer largometraje de Pablo Trapero, está lleno de paradojas y contradicciones. En cuanto a su propuesta temática (el viaje de una familia numerosa en casa rodante por la Mesopotamia para concurrir a un casamiento), se trata de la película más simple y diáfana -incluso más que "Mundo grúa"- de su carrera, pero, en el terreno de la complejidad de su producción y de su andamiaje narrativo es la más ambiciosa y audaz -incluso más que "El bonaerense"- de este emblemático representante del nuevo cine argentino.

jueves, 25 de enero de 2007

Novedades en la Biblioteca del Instituto Cervantes de Estambul







La biblioteca del Instituto Cervantes de Estambul lleva por nombre Biblioteca Alvaro Mutis, se abrió al público en enero de 2002. Actualmente cuenta con una colección de aproximadamente 11.000 ejemplares (libros, revistas, videos, DVDs, CDs, etc.) en español y otras lenguas oficiales en España. La primera bibliotecaria fue Begoña Colmenero y ahora está Ana Roca Gadea, procedente del Instituto Cervantes de Túnez. Tiene un catálogo que se puede consultar online y una interesante sección con las novedades: lo último de Isabel Coixet, cine clásico de Buñuel, autores de culto como Bigas Luna, etc.

martes, 23 de enero de 2007

Iberia de Carlos Saura llega a Turquía

En la actualidad seis cines de Estambul exhiben esta película realizada por Carlos Saura en el año 2005., con la que consiguió el Goya a la mejor fotografía. Iberia un documental que narra, mediante la danza en múltiples variedades, el espíritu de los propios artistas. Mediante esta adaptación de la suite de Isaac Albéniz "Iberia".

lunes, 22 de enero de 2007

Ciclo de documentales andaluces en el Instituto Cervantes.







2005 documentales andaluces: Actividad realizada con el apoyo de Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Todas las películas serán proyectadas en el I.C. a las 20:00. en versión original, con subtítulos en inglés y compuesta de:

5 de enero: Paralelo 36. José Luis Tuirado, 65 min.un documento y ficción en la frontera sur de Europa. Una línea imaginaria en un mapa, a la vez que un espacio real en el que transcurre el viaje de la emigración clandestina en el Estrecho de Gibraltar. Los protagonistas son los emigrantes: documento y ficción, gestos y palabras, sueños y deseos. Paralelo 36 es un relato, un cruce de micronarrativas que cartografían la frontera sur de Europa”




12 de enero: Underground: la ciudad arcoiris. Gervasio Iglesias, 90 min.Cuando a finales de los años sesenta la dictadura del General Franco empieza a tambalearse y Estados Unidos instala sus primeras bases militares en nuestro país, Andalucía se convierte una vez más en un territorio de encuentro. De modo que, igual que ocurriera en otros momentos de su historia, este nuevo contacto cultural hará surgir un movimiento conocido por el nombre de underground. Los jóvenes norteamericanos que pasan por estas bases entran en contacto con un grupo de inquietos músicos que entre 1967 y 1972 convierten a una ciudad tradicional y conservadora como Sevilla en la vanguardia socio-cultural de España.




19 de enero: Tablao cara y cruz. Pilar Tavora, 59 min.Documental que pretende descubrir al público la otra cara, la cruz de un tablao flamenco. Aquí no interesa el papel de estos locales, ni el flamenco en sí. Sólo interesan sus protagonistas. ¿Qué se esconde tras los lunares, las peinetas, los palillos y las caras morenas de sus artistas? Sabemos que detrás de este escaparate del tópico, se esconden algunas vidas humanas que viven una dura realidad: malos tratos, abandono, humillaciones. A estas protagonistas, se les quitan las peinetas y los lunares, se les dejan las caras y los ojos limpios para que nos cuenten qué historias humanas se esconden detrás de los tablaos



26 de enero: Presos del silencio. Eduardo Montero y Mariano Agudo, 58 min. documental sobre el sistema de Redención de Penas por el Trabajo en la dictadura franquista, que utilizó a más de 300.000 presos y presas políticas en la construcción de numerosas obras públicas.

lunes, 8 de enero de 2007

Coproducciones hispanoturcas
















Celebro que el cinéfilo Yilmaz Demir se haya sumado a la creciente comunidad de blogs que abordan en castellano la actualidad y la cultura en Turquía, tan valiosos para los que las seguimos desde el otro extremo del Mediterráneo. Con la bienvenida, ahí van mis ánimos para que persista en sus posteos, y dentro de unos años sea una fuente de datos y opiniones sobre lo que es y será allí la presencia del cine hispano, y de otras artes si la mirada se va ampliando...

En esta primera contribución, voy a referirme a lo que ha dado de sí hasta ahora la coproducción entre las cinematografías española y turca. Me baso, parcialmente, en dos textos previos, de algún modo complementarios o simétricos respecto de la temática de esta bitácora: el estudio El cine turco: su recepción en España, que publiqué en el nº 7 de la revista del Instituto Cervantes de Estambul, de septiembre de 2004 (disponible en http://internet.cervantes.es/internetcentros/pdf/Revista52/ReEstambul7/CineTurco.pdf), y El cine turco en España y su transnacionalidad; las coproducciones y la singularidad del cine germano-turco, la ponencia que presenté en el II Congreso de Historia Hispano-Turca, celebrado en Antalya en octubre de 2005, y cuyas actas, creo, están a punto de publicarse.

Gotearé algunos datos y apreciaciones antes de detallar cada una de las películas implicadas; adelanto que han sido pocas hasta ahora, pero es el momento de recordar que una de las propuestas concretas de los documentos avanzados por el grupo de expertos que sostiene la Alianza de Civilizaciones, proyecto impulsado desde los gobiernos de España y de Turquía, es el fomento de las coproducciones audiovisuales, así que todo se andará...

Creo que la coproducción más exótica que he visto hasta ahora es Kosh ba kosh (Bakhtyar Khudojnazarov, 1993), financiada entre Suiza, Tayikistán y Japón, protagonizada por la catalana Paulina Gálvez y rodada en esa república ex soviética; su director ganó el León de Plata en Venecia'93. Sin llegar a ese extremo, ciertamente la conjunción de las industrias española y turca ha sido muy infrecuente, casi tanto como la presencia del cine netamente turco en nuestras pantallas. La industria española, por su parte, comparte gran parte de su coyuntura y limitaciones con el resto de Europa. De las 3.500-4.000 películas que se producen anualmente en el mundo (3.700 en 2004, según informes de UNESCO), sólo 500 de ellas ocupan el 80% de las salas de cine, y no hará falta resaltar que la mayor parte de ellas son estadounidenses. En la Unión Europea se produjeron en 2003 (en quince países) 895 títulos, y al año siguiente, según estimaciones del Observatorio Europeo de lo Audiovisual, los filmes de EE.UU. copaban el 72% de las asistencias, los europeos nacionales el 19%, los europeos no nacionales el 7%, y apenas un 2% queda para las demás cinematografías, entre ellas la turca. Ante este persistente dominio aplastante del cine norteamericano (y de la televisión; el déficit audiovisual de la UE con EE.UU. superó el año pasado los 9 millardos de dólares), desde hace dos décadas los programas de apoyo y desarrollo de la UE (MEDIA y Eurimages, principalmente) favorecen las coproduciones en el seno de la UE, e indirectamente, por tanto, desfavorecen las realizadas con terceros países, como Turquía. En el específico caso español, además, hay programas y políticas que priman las coproducciones con países de América Latina de habla española, que por sí mismos tienen una relación con Turquía más limitada que España. Por otro lado, la feracidad empresarial cinematográfica en España es notable, en proporción a otros países: se producen 7,2 películas por millón de espectadores de cine nacional, frente a las 3,1 de Francia o el concentrado 0,4 de EE.UU. (Cine europeo sin Europa, Javier López Villanueva, Expansión, 7 de enero de 2005). Esta proliferación relativa sí propicia la búsqueda de cofinanciación para los proyectos.

Volvamos a Europa: según el citado Observatorio, cuyos datos admiten cierta posible incompletitud, ya que no todos los organismos nacionales que los aportan tienen la misma fiabilidad, desde 1996 se han estrenado en los cines europeos 143 filmes con participación financiera de Turquía, siendo un tercio de ellos coproducciones. Lo notable es que hace apenas tres años esa cifra no superaba las 75 películas, con sólo 3 realizadas antes de 1991 (ese salto se debe en parte a la inclusión reciente de los datos de los diez países de la última ampliación de la UE). La creciente internacionalización del cine turco queda ilustrada por la relación de países coproductores: Francia, Italia, Grecia, España, Reino Unido, Suiza, Alemania, Suecia, Bélgica, Hungría, Dinamarca, Islandia, Rumanía, Chequia, Holanda, Serbia, EE.UU., Austria...

En todo caso, siempre ha sido difícil marcar los lindes que delimitan una cinematografía. La noción de cine nacional tiene muchas dimensiones analíticas. El entramado jurídico y económico del concepto se basa en la existencia de un mercado adecuado a los límites de un Estado nación, pero también ha prosperado en el ámbito de las naciones sin estado. Lo que le ha dado sentido simbólico a su existencia ha sido la presencia de una dinámica propia de caracteres o temáticas recurrentes, de un universo de imágenes o señas culturales: una mirada nacional. Empero, ¿es turca, por ejemplo, La propietaria (The Proprietor, 1996), de Ismail Merchant? Nada al verla lo supone, pero estadísticamente lo es, por participar en la financiación junto a empresas del Reino Unido, Francia y EE.UU. Para mayor confusión, los porcentajes de participación capitalista que dan derecho legal a la consideración de nacionalidad de una determinada película no son homogéneos, varían entre países, aunque en general oscilan entre el 10 y el 25 por ciento.

La base de datos histórica de películas estrenadas en España, del Ministerio de Cultura, tiene registradas, como producidas o coproducidas por Turquía, sólo siete, y únicamente una de ellas coproducida con España. La primera en estrenarse fue Tarzán contra el Mau-Mau (Tarzan Istambulda, Orhan Atadeniz, 1954), y la siguiente La batalla del Khan, uno de los títulos alimenticios del veteranísimo Atif Yilmaz, que obtuvo 548.027 espectadores en 1974. En 1982 se estrenó El hombre león (Natuch Baitan, 1980; 116.701), una producción que ahora llamaríamos deslocalizada, como lo fue en 1984 Yor, el cazador que vino del futuro (Antonio Margheriti, 1982; 152.166), aventura futurista con dinero norteamericano y logística italiana. El cine turco de autor llegó con las dos obras señeras de Yilmaz Güney, Yol-El camino (Yol,1981; 234.393), coproducción franco-suizo-turca y El muro (Le mur, 1983; 34.530), si bien el capital de esta última fue sólo francés.

Posterior en más de una década es En busca del cielo (Istanbul Kanatlarimin Altinda, Mustafa Altioklar, 1997), la primera coproducción oficial hispano-turca, con participación holandesa. En concreto, las productoras fueron Umut Sanat Urunleri (Turquía, 65%), Coral Europa (España, 25%) y Ruhoda (Holanda, 10%). Se estrenó en junio de 1998, pero no constan datos de taquilla de España ni de Europa; en Turquía fue vista por 471.300 espectadores. Protagonizada por Beatriz Rico, Ege Ayudan y Okan Bayülgen, está ambientada en el Imperio Otomano del siglo XVII, y trata de los pioneros esfuerzos voladores de dos jóvenes atados por el corazón a una bella esclava. La construcción de una máquina voladora primitiva no era el tema más atractivo para la distribución, pero el guión era plausible. Circunstancialmente, añado que el año pasado conseguí una copia en DVD aparentemente poco legal de esta película, descatalogada hace tiempo en España, en un comercio de Kadiköy en el que había al menos dos docenas más de títulos españoles. Al revisarla, comprobé que sus problemas no derivan de limitaciones de la producción, que contó incluso con la utilización de estancias de Topkapi, sino de su construcción dramática, desequilibrada entre brusquedades y morosidades, y de algunas interpretaciones más voluntariosas que matizadas.

La última película turca estrenada comercialmente en España es, oficialmente, Lejano (Uzak, Nuri Bilge Ceylan, 2002), una maravilla sobre la que me extiendo en mis artículos citados. Sin embargo, la base de datos ministerial, que tiene errores y carencias, no referencia como películas turcas varios estrenos más o menos recientes con participación turca, si bien no española: El polvorín (Bure Baruta, Goran Paskaljevic, 1998), Un toque de canela (Politiki kouzina, Tassos Boulmeti, 2003), La ventana en enfrente (La finestra di fronte, Ferzan Özpetek, 2003), y Contra la pared (Gegen die Wand, Fatih Akin, 2004). Y no he podido determinar, por la escasez de datos de la época y el tipo de producto que eran (de consumo rápido, coproducidos con Italia, del subgénero de aventuras internacionales con reparto ídem), si Estambul 65 (Antonio Isasi, 1966; 2.711.723 espectadores) o a su secuela Destino: Estambul 68 (Miguel Iglesias, 1968; 594.686 espectadores), tuvieron alguna participación minoritaria por parte turca. El epítome de estas mixturas palomiteras es sin duda Black Angel, también conocida como Paroxismus o Venus in Furs (1969), una onírica historia de amor y muerte ambientada en Estambul y Río de Janeiro, y dirigida por el destajista Jesús Franco con un estilo que conjuga la vanguardia con el más basto espíritu exploitation.

No voy a referirme tampoco a todas las películas producidas o coproducidas por España que han sido ambientadas (o coambientadas...) en Turquía. Destaco dos recientes, Galatasaray-Dépor (One day in Europe, 2005), el segundo largometraje, estrenado en abril de 2006, de Hannes Stöhr (Berlin is in Germany), una comedia sobre los problemas de entendimiento lingüístico, con cuatro historias coloristas y desenfadas, hablada en siete idiomas (ruso, inglés, portugués, turco, alemán, francés y castellano) y con el fútbol como telón de fondo, que participó en el Festival de Berlín en 2005 y en la que participó la gallega Filmanova; y Tirante el Blanco (Vicente Aranda, 2006), la adaptación del propio Aranda de la clásica novela de caballería Tirant lo Blanc, de Joanot Martorell, que relata la historia de cómo el caballero Tirante recibe el encargo del Emperador de Bizancio para que libere a la ciudad de Constantinopla del asedio de los turcos. Es una coproducción hispanoangloitaliana, rodada en parte en Estambul.

La segunda coproducción hispano-turca (y francesa) oficial es la última del personalísimo Nuri Bilge Ceylan, Los climas (Iklimler, 2005). En ella participa, minoritariamente, Wanda Vision; sin embargo, su distribución no corresponde a su empresa paralela, Nirvana, sino a Golem, que en último calendario de estrenos previstos no la ha incluido aún. El pasado noviembre se presentó en el Festival de Sevilla, de cine europeo, tras concursar en Cannes, y antes en varios festivales en Turquía. Se rodó entre octubre de 2004 y de marzo de 2005, en Kas, en el sur del país, en Estambul y en varios decorados naturales montañosos como Agri, Dougubeyazit y Erzurum. El propio director la presenta: El ser humano es feliz por razones simples, y es desdichado por razones aún más simples. También se nace por razones simples y se muere por razones aún más simples... Isa y Bahar son dos personajes solitarios arrastrados por el siempre cambiante clima de sus deseos en busca de una felicidad que ya no les pertenece. Tras Lejano, esperamos mucho de ella.

El Ministerio de Cultura no hace constar como coproducciones otros dos filmes que sí los son según el Observatorio Europeo de lo Audiovisual: Hamam - El baño turco (Hamam, Ferzan Özpetek, 1997), en la que también intervino Italia (sobre las primeras películas de su autor, véase el artículo Ferzan Özpetek, el embajador visual de Turquía, de Raúl Rodríguez Martín y Miguel Dalmau del Barrio, en el nº 6 de la revista del Instituto Cervantes de Estambul, de octubre de 2003), y La pasión turca (Vicente Aranda, 1994), que sería así la primera coproducción real hispano-turca (nuevamente, junto a Francia), anticipándose tres años a En busca del cielo. Tuvo en España 1.240.044 espectadores en las taquillas, más los de los reiterados pases televisivos, y es la principal referencia iconográfica audiovisual contemporánea de Turquía para el espectador medio, aunque ni la novela del ínclito Antonio Gala en la que se basa fue fiel a los hechos en los que se inspiró, por lo que me contaron, ni Aranda fue estrictamente fiel a la obra de Gala, de modo que tal para cual, y no me explayo sobre ella.

En definitiva, podemos considerar que el ámbito de las coproducciones cinematográficas hispano-turcas se ciñe a cuatro películas constatadas, y algunas más no comprobable, dada la dificultad de rastreo de los derechos audiovisuales al cabo de varias décadas.

Adicionalmente, menciono la existencia de un documental, Silent Death (2001), dirigido, escrito, rodado, montado y producido por Huseyin Karabey, que fue presentado el 21 de abril de 2001 en el Festival de Estanbul, en formato miniDV, y que tiene la particularidad de estar hablado en español. Su nacionalidad es únicamente turca, en principio, pero si algún lector de esta bitácora tiene información complementaria sobre él, o sobre otros de los títulos mencionados en este artículo, agradeceré sus comentarios. Y Yilmaz Demir también, claro.

Juan Miguel Perea